miércoles, 30 de octubre de 2013

Solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar

Conectada la música, concretamente Let Her Go - The Passengers, tumbada sobre la cama, presenciando la pantalla del ordenador. ¡Qué molesto se hace escribir con el móvil vibrando! Lo agarro con la mano izquierda, lo primero será quitarle el constante zumbido que notan mis oídos, lo segundo leer los mensajes entrantes. Dichoso Whats App, a veces tan útil y otras tan incómodo e inservible. A penas dos conversaciones con dos amigas, nada interesante, una avisa para bajar, otra para animar. Tantas veces me han dado ganas de borrar el Whats App y el Line del móvil, de borrarme las cuentas de las redes sociales; solo un tiempo, para desconectar literalmente, así me comería menos la cabeza; quizás aprendería más vocabulario, leería más libros, estaría más con mi familia. Entonces, me hablas y esos pensamientos los mando a tomar viento porque si no tuviese esas cuentas no podría hablarte, no podría seguirte las veinticuatro horas del día, no podría recibir tu cariño.

Después de más de un par de años enamorada, me sigue pareciendo que soy una novata en esto del amor, sigo siendo como una niña que ve pasar al niño que siempre la chincha, una adolescente que ve al chico de la sonrisa bonita, una mujer que ve al hombre de su vida por cosa del destino. Después de tanto tiempo, el corazón se me acelera cuando te veo, el estómago se me cierra cuando haces algo que me hace daño, la garganta se anuda y no deja salir palabras cuando se trata de hacerte daño o hacérmelo a mí misma, la sonrisa y las lágrimas salen al pensar en ti, las piernas tiemblan al notarte cerca, las manos tamborilean esperando por ti. Después de tantas alegrías y tantos daños, tantas risas y tantos llantos, lo bueno prevalece sobre lo malo, yo vuelvo a apostar por ti, y esto no tiene pinta de cambiar.

¡Cómo se puede llegar a despreciar tanto a la gente! Quien habla de amor sin haberlo sentido es como quien habla de política creyendo que el capitalismo y el comunismo son sinónimos. El amor no es una ciencia, no es algo de lo que puedas hablar gracias a datos; el amor es una indecisión, es un último esfuerzo, es una mezcla de sentimientos contrarios. El amor es la mejor y la peor sensación que podemos llegar a notar.


He terminado mi reflexión, aunque terminaré con una pregunta: ¿quién fue el imbécil que dijo que enamorarse sería algo fácil?

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