Dilección eviterna
No quiero cambiar este mundo, pero sí espero poder mejorarlo. "Más fácil es dar consejos que tomarlos; en lo primero soy una maestra, en lo otro no tanto. Pero te digo lo que a mí me funciona, es cuidar primero de mí intentando ser buena persona."
lunes, 24 de febrero de 2014
miércoles, 19 de febrero de 2014
Vive como si fueras a morir mañana; aprende como si el mundo fuera a durar para siempre
Y me di cuenta de que
la vida no era eso, la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a
levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a
quien te abrace y a quien no te abrace pues no te abrazas y punto, y no pasa
nada.
Me di cuenta de que llorar por lo perdido, no merece la pena, que reír
por tonterías, te alegra la vida; del significado de la palabra “amigo”, del
precioso instante cuando dices “gracias”; me di cuenta de las escasas veces que
he dicho te quiero, de verdad; sí, he aprendido tanto y tanto.
Me di cuenta de
que la vida son dos días y una noche, quien coge los días, trabaja y quien coge
la noche, la vive al son de la música.
miércoles, 12 de febrero de 2014
Perdón > Permiso
Me encuentro en
un debate entre qué es mejor, qué es más fácil, qué te hace sentir mejor, si
pedir permiso o pedir perdón.
Pedir permiso es
una costumbre para todos, estamos acostumbrados a pedir permiso para todo
(entrar en una habitación y para salir de ella, para sentarnos y levantarnos,
para estar al lado de una persona, para estar con alguien toda la vida, para
hacer nuestras necesidades vitales, para reír, para ver a nuestros amigos, para
hablar con compañeros, hasta para cumplir nuestros sueños), pedir permiso es
algo que no hace falta sentir, simplemente decirlo y esperar el consentimiento
de la otra persona.
Ahora bien,
saber pedir perdón es una virtud, una cualidad que no todos tenemos, pedir
perdón con el corazón, sintiéndolo, eso, pocos lo hacen porque hay que ser una
gran persona; que sí, que si pides perdón es porque has fallado en algo pero el
haberte arrepentido hace que, aunque no te perdonen, tú te sientas mejor.
He llegado a la
conclusión de que pedir perdón hace que haya menos fallos pero que pedir perdón
hace que seas mejor persona.
miércoles, 5 de febrero de 2014
¡Cuántas veces hemos callado!
¿Cuántas veces nos hemos arrepentido de no decir ciertas cosas cuando pudimos hacerlo? ¿Cuántas veces habremos sufrido por perder a alguien? ¿Cuántas veces habremos pensado "¿y si se lo hubiese dicho?"?
miércoles, 29 de enero de 2014
miércoles, 22 de enero de 2014
Perdiendo mi religión
Presiento que voy a tener un capricho y así es, lo tengo: ¿Por qué no un cambio radical de estilo? Vamos con Losing my religion - R.E.M.
La verdad es que me pregunto cuántas veces habré escuchado esta canción mientras mi mente se perdía entre mil pensamientos. Melodía tranquila, increíble voz calmada, una importante esencia en las diferentes frases, maravillosa letra, ritmo fijo, perfecta canción ¿no crees?
La verdad es que me pregunto cuántas veces habré escuchado esta canción mientras mi mente se perdía entre mil pensamientos. Melodía tranquila, increíble voz calmada, una importante esencia en las diferentes frases, maravillosa letra, ritmo fijo, perfecta canción ¿no crees?
miércoles, 15 de enero de 2014
El invierno y la música siempre van de la mano cuando se trata de abatirte
¡Cuánto puede llegar a acompañarte la música!
Cuando estás de fiesta con amigos, la música te acompaña para que grites, bailes, disfrutes... Mas cuando estás triste, la música te comprende, te tranquiliza o te empeora anímicamente...
Y cómo me recuerdan estas frases a los fríos y oscuros meses de abril, cada cual peor, cada cual sin menos luz, sin menos esperanzas.
Cuando estás de fiesta con amigos, la música te acompaña para que grites, bailes, disfrutes... Mas cuando estás triste, la música te comprende, te tranquiliza o te empeora anímicamente...
Y cómo me recuerdan estas frases a los fríos y oscuros meses de abril, cada cual peor, cada cual sin menos luz, sin menos esperanzas.
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