miércoles, 12 de febrero de 2014

Perdón > Permiso

Me encuentro en un debate entre qué es mejor, qué es más fácil, qué te hace sentir mejor, si pedir permiso o pedir perdón.

Pedir permiso es una costumbre para todos, estamos acostumbrados a pedir permiso para todo (entrar en una habitación y para salir de ella, para sentarnos y levantarnos, para estar al lado de una persona, para estar con alguien toda la vida, para hacer nuestras necesidades vitales, para reír, para ver a nuestros amigos, para hablar con compañeros, hasta para cumplir nuestros sueños), pedir permiso es algo que no hace falta sentir, simplemente decirlo y esperar el consentimiento de la otra persona.

Ahora bien, saber pedir perdón es una virtud, una cualidad que no todos tenemos, pedir perdón con el corazón, sintiéndolo, eso, pocos lo hacen porque hay que ser una gran persona; que sí, que si pides perdón es porque has fallado en algo pero el haberte arrepentido hace que, aunque no te perdonen, tú te sientas mejor.

He llegado a la conclusión de que pedir perdón hace que haya menos fallos pero que pedir perdón hace que seas mejor persona.

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